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Orientaciones sobre cómo liderar con éxito


Orietaciones sobre como liderar con exito 

En este capítulo encontrará las mejores sugerencias de cómo liderar con éxito.

Las personas exitosas tienen ciertas características en común que vale la pena estudiar aquí con el fin de estimular al líder de jóvenes en su jornada de trabajo en favor de los jóvenes.

1. Comunicación clara y convincente. Expresan sus pensamientos e instrucciones de forma clara y objetiva sin permitir malentendidos. Son breves, definidos y dicen exactamente lo que quieren decir.

2. Cooperación. Cooperan con el equipo y hacen un trabajo rápido y bien hecho.

3. Pensamiento funcional. Se toman tiempo para pensar las cosas detenidamente. Cuanto más importante son las decisiones, más tiempo necesitan para deliberar y pensar sobre ellas.  

4. Buenos modales. Son corteses, cuidadosos y tienen consideración por los demás. No solo ayudan sino que también estimulan y animan a los que están a su alrededor.

5. Conciencia del retorno. Saben que le deben al mundo lo mejor de aquello que son capaces de realizar. Tienen conciencia de que el mundo los recompensará de acuerdo con su esfuerzo.  

6. Desapego. No vigilan constantemente el reloj, pero están en un grupo más exclusivo: el de los que dan más de sí. Su actuación se caracteriza por “hacer más de lo necesario”.  

7. Persistencia. Son entusiastas y poseen una energía incansable para producir entusiasmo en otros.

8. Responsabilidad. Ningún trabajo es demasiado grande como para que no estén dispuestos a ayudar. Se planifican y atacan al problema ni bien este aparece.

9. Base en la experiencia. Pocas personas alcanzan el éxito gracias a la suerte. La persona exitosa se basa en la experiencia, no en la suerte.  

10. Valoración del otro. La persona exitosa sabe cómo agradar al prójimo con sinceridad, sin falsedades ni adulación.

11. Atención. Paran, miran y escuchan. Observan todo lo que está a su alrededor y, basadas en hechos, intentan actuar de la manera más coherente posible.

12. Deseo de aprender. Pueden cometer errores. Eso forma parte del aprendizaje. La persona exitosa busca aprender lo máximo sobre el asunto en cuestión, antes de continuar con el proyecto.  

13. Influencia. Se esfuerzan por dar lo mejor de sí con sus habilidades y entusiasmo. Esto influencia a todos los compañeros de trabajo. 

Cómo ejercer una buena influencia

“Nuestro carácter y experiencia determinan nuestra influencia en los demás. Para convencer a otros del poder de la gracia de Cristo, tenemos que conocer ese poder en nuestro corazón y nuestra vida. El Evangelio que presentamos para la salvación de las almas debe ser el Evangelio que salva nuestra propia alma. Sólo mediante una fe viva en Cristo como Salvador personal nos resulta posible hacer sentir nuestra influencia en un mundo escéptico. Si queremos sacar pecadores de la corriente impetuosa, nuestros pies deben estar afirmados en la Roca: Cristo Jesús” (El ministerio de curación, p. 372). 

14. Realismo. Acepta el hecho de que la posibilidad de éxito se encuentra exactamente donde ellos están, no en el patio del vecino.

15. Mente abierta. Saben qué ideas nuevas son semillas de progreso. Las personas exitosas crecen porque aceptan nuevas ideas, y las agregan a su conocimiento.

16. Humildad. Las personas exitosas nunca toman  los errores de manera liviana. Creen que el error las lleva a aprender y a mejorar. Encuentran, así, una forma de no repetirlos.  

Estilos de liderazgo

Algunos estudios indican tres estilos básicos de liderazgo: el autocrático, el apático y el democrático.  

Perfil del líder autocrático. 

a. Tiene una gran necesidad de control, a veces hasta el punto de la obsesión, lo que se manifiesta en su comportamiento.  

b. Evita contacto fuera del contexto estructurado. 

c. Es prolijo, y tiene la intención de mostrar sus conocimientos.

d. A la hora de hacer preguntas, intenta colocar a otros en apuros. 

e. No le gusta perder el tiempo y vive interrumpiendo a las personas.

f. Es manipulador. Enmascara las declaraciones hechas por otros para que entren en armonía con sus intenciones.

2. Perfil del líder apático.

a. No se preocupa por el control, dirección, realización de trabajos o relaciones interpersonales.

b. Solo se preocupa en ocupar una posición.

c. Permite que su grupo haga lo que quiere.

d. No establece reglas ni normas.

e. No intenta ejercer influencia.

3. Perfil del líder democrático

a. Intenta encontrar un equilibrio entre los dos estilos mencionados anteriormente. 

b. Provee directivas sociales y para las tareas.

c. Intenta no dominar al grupo con puntos de vista personales.

d. Sabe diferenciar entre liderados en el trabajo y amigos en la recreación.

Algunas investigaciones sobre dichos estilos de liderazgo probaron que:

1. la calidad de la contribución del grupo es mejor bajo el estilo democrático.

2. La satisfacción de los miembros del grupo es mayor bajo el estilo democrático (menos hostilidad).

3. El estilo de liderazgo democrático produce menos ausencia de los miembros.

4. El estilo democrático promueve más independencia.

Sin embargo, no siempre es posible ejercer un liderazgo sin alguna forma de control, principalmente en situaciones extremas.  

En el estilo democrático lleva más tiempo desempeñar una tarea, mientras que la calidad y durabilidad del resultado son mayores que en el estilo autocrático. 

El líder cristiano

El líder ideal es aquel que, en primer lugar, es considerado por sus liderados como el mayor de los siervos. Los seguidores, les conceden a esos líderes la autoridad para liderarlos porque ven en el alguien altruista y preocupado por los demás.  

“Los jóvenes necesitan algo más que una atención casual, más que una palabra de aliento ocasional. Necesitan labor esmerada, cuidadosa, acompañada de oración. Únicamente aquel cuyo corazón está lleno de amor y simpatía podrá alcanzar a aquellos jóvenes que son aparentemente descuidados e indiferentes” (Obreros Evangélicos, p. 220).

La influencia es un atributo esencial del líder, y sus resultados se verán, no solo ahora, sino por toda la eternidad. Influenciar es más que dar orientaciones. Es vivir para ayudar a otros a tener una comprensión y un conocimiento mejor de Cristo.  

El líder cristiano asume el papel de siervo, como se demuestra en la vida y el ministerio de Cristo. Aquí presentamos algunos de sus principios básicos: 

Cristo, el líder modelo

1. Él lideró por su vida.

“[…] él era lo que enseñaba. Sus palabras no solo eran la expresión de la experiencia de su propia vida, sino de su propio carácter” (La educación, p. 71)

2. Era compasivo y comprensivo con las necesidades de los demás.

“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” (Hebreos 4:15).

3. Era amable y atencioso.

Sin dudas, su apariencia, amabilidad, cortesía, y el tono de su voz fueron los factores de atracción que hicieron de Jesús y líder tan poderoso al tratar con personas y grupos.  

4. Veía a cada persona como un candidato al cielo.

La mayor parte de su ministerio ocurrió en una base personal porque sabía que ese era el mejor método. Él inspiraba esperanza en los más duros y menos promisores. (Ver El ministerio de curación, págs. 26 y 42, y La educación, pág. 80).

5. Tenía un sentido de misión.

“Jesús obró con fervor y constancia. Nunca vivió en el mundo nadie tan abrumado de responsabilidades. […]..Nadie trabajó con celo tan agobiador por el bien de los hombres” (El ministerio de curación, p. 33).

1. Enfatiza la transformación de las personas. Como líder, su tarea es llevar a las personas a buscar una transformación y no solo formular e imponer leyes.

2. Realiza un cambio por vez. Conducir a las personas a realizar programas.

3. Desarrolla dinámicas de grupo positivas. Las personas crecen en la comunidad. Somos criaturas gregarias. El líder siervo percibe que las personas son su único bien en la iglesia, y ejecuta sus tareas fortalecido por el Espíritu Santo.

4. Usa el poder del amor para transmitir nuevos valores. Cuando el líder lleva a su personal a buscar nuevos valores, los insta a desear un cambio de vida. Al hacer esto el crecimiento continúa incluso después de su partida.  

5. Desarrolla la sinceridad de su equipo. No estamos sugiriendo una desnudez psicológica, la exposición de lo más íntimo del individuo, sino que se compartan de manera saludable sus verdaderas características.

6. Delega responsabilidades. “Te necesito”. Estas palabras se encuentran entre las palabras más poderosas para las relaciones interpersonales. El ser humano tiene la necesidad de sentirse útil. Cuando se aísla de relaciones significativas se debilita.  

7. Establece un patrón elevado para el equipo. Al establecer elevados patrones personales y corporativos, el líder demuestra fe en la capacidad de su equipo. Esto produce satisfacción y motiva a los miembros a alcanzar su potencial.  

8. Es liberal en los elogios. “Puedo vivir por dos meses con un buen elogio”, dijo Mark Twain. El buen líder busca las buenas cualidades en los miembros de su equipo y manifiesta su apreciación. Esto los estimula a seguir a su líder y a intentar dar lo mejor de ellos.  

9. Se centraliza en las necesidades y los objetivos de las personas. Jesús se identificó con las personas, las ayudó en sus necesidades y conquistó su confianza. Al hacer esto, se aseguró de que responderían a su llamado. Él sabía que cada persona es única y que sus necesidades varían.  

10. Crea un espíritu de equipo. El líder necesita pasar tiempo con sus liderados. Ese tiempo puede pasarse en recreaciones planificadas, en comidas “a la canasta”, en evaluaciones y en otras actividades de compañerismo.  

Si el líder quiere alcanzar este ideal el yo debe salir de escena, se le debe ceder ese espacio a Cristo. Si procede de esta forma, se transformará en un líder-siervo. 

¿De qué manera lidera un líder siervo?

Sirviendo. Muestra por el ejemplo. El apóstol Pedro aprendió a liderar de esa manera.  

“Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey” (1 Pedro 5:2-3).

Al servir, el líder cristiano demuestra la grandeza del amor de Dios y motiva gentilmente a otros a seguirlo.  

“[…] el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:26-28).  

Cinco características básicas del líder cristiano

1. Reconoce a Cristo como su salvador personal.

El director JA debe ser un celoso estudioso de la Palabra de Dios y tener una vida llena de oración y devoción. Debe cultivar el arte de vivir en la presencia de Cristo.

2. Tener comprensión, empatía y amor por los jóvenes.

Un líder debe esforzarse por comprender los problemas, perspectivas, necesidades, conflictos y aspiraciones de los jóvenes, y debe ser capaz de ayudarlos a superar las presiones que encuentran en el día a día. A menos que haya genuino amor en el corazón, el líder no puede ser un representante de Cristo para los jóvenes.  CAJA 4 CAJA 4 CAJA 4

Cualidades de liderazgo que los jóvenes desean ver en sus líderes

Entre las decenas de atributos de liderazgo que los jóvenes aprecian y desean, generalmente, hay cuatro que ganan mayor importancia. Están por orden:  

1. Comprensión.

2. Espiritualidad.

3. Experiencia.

4. Madurez emocional y de personalidad.

3. Tener madurez espiritual y emocional.

Con el fin de orientar y guiar a los jóvenes de la iglesia a la madurez cristiana, el director JA debe ser sensible y emocionalmente equilibrado. Debe tener una personalidad agradable, buen humor, esperanzas y aspiraciones correctas, autocontrol, estabilidad, honestidad, sentido común, noción de orden y capacidad de organización. 

4. Tener tiempo suficiente y capacidad para la tarea.

Sería bueno que el director de jóvenes no asuma otras responsabilidades en la iglesia, para que pueda dedicar todo su tiempo al Ministerio Joven. Debe estar siempre actualizado en conocimientos y habilidades de liderazgo; debe participar en seminarios y programas administrativos ofrecidos por el campo local, además de reunir material que le permita estar siempre informado en el área joven.  

5. Tener habilidad de hacer amigos, de comunicarse y de aconsejar. 

El líder debe tener la capacidad de escuchar las necesidades de los jóvenes, y ayudarlos a identificar sus problemas, así como a encontrar sus propias soluciones basadas en sólidos principios cristianos. 

Preparación del líder cristiano

Todos debemos preparar nuestra mente y corazón para tener conocimiento de la obra para este tiempo, y debemos prepararnos para hacer el trabajo que somos más capaces de realizar.

1. Simplicidad

Dios opera a través de la simplicidad. “Llevad adelante vuestra obra con humildad. No os elevéis nunca por encima de la sencillez del Evangelio de Cristo. No es en el arte de la ostentación donde encontraréis éxito para ganar almas, sino en la exaltación de Cristo, el Redentor que perdona el pecado. Mientras trabajéis para Dios con mansedumbre y humildad de corazón, él se manifestará a vosotros ” (Obreros evangélicos, p. 368)

2. Vitalidad en las pequeñas cosas

“La obra a la cual somos llamados como cristianos, es la de cooperar con Cristo en la salvación de las almas. Para hacer esta obra hemos hecho pacto con él. Descuidar la obra es ser desleales a Cristo. Pero a fin de realizar esta obra, debemos seguir su ejemplo de fiel y concienzuda atención a las cosas pequeñas. Este es el secreto del éxito en todo ramo de esfuerzo e influencia cristianos” (Palabras de vida del Gran Maestro, p. 292). 

3. Rapidez 

“Me fue mostrado que las victorias más señaladas y las derrotas más terribles han sido muchas veces asunto de minutos. Dios exige rapidez de acción. Las demoras, las dudas, la vacilación y la indecisión frecuentemente dan al enemigo toda clase de ventajas ” (Obreros Evangélicos, p.140). 

4. Dios como guía

Dios siempre dirige: Ver Salmo 43:3; 25:9; 73:24; Isaías 42:6; 48:17; 58:11; Juan 16:13. 

Salmo 25:9

“Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera”

Salmo 43:3

“Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán; me conducirán a tu santo monte, y a tus moradas”

Salmo 73:24

“Me has guiado según tu consejo,

y después me recibirás en gloria”

Isaías 48:17

“Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir”

Isaías 58:11

“Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos”

5. Desarrollo mental en el liderazgo cristiano

“Cualquier ramo de investigación que emprendamos, con el sincero propósito de llegar a la verdad, nos pone en contacto con la Inteligencia poderosa e invisible que trabaja en todas las cosas y por medio de ellas. La mente del hombre se pone en comunión con la mente de Dios; lo finito, con lo infinito. El efecto que tiene esta comunión sobre el cuerpo, la mente y el alma sobrepuja toda estimación ” (La educación, p. 14). 

“Desagradan a Dios aquellos que negligente o indolentemente dejan de convertirse en obreros eficientes y bien informados. El cristiano debe poseer más inteligencia y discernimiento más agudo que el mundano. El estudio de la Palabra de Dios amplía continuamente el espíritu y fortalece el intelecto ” (Joyas de los testimonios, t.1, p. 572)

Vea los siguientes textos bíblicos sobre:

– Disciplina de la mente: Colosenses 3:2; 1 Pedro 1:13; Filipenses 4:8 

Colosenses 3:2

“Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”

1 Pedro 1:13

“Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado”

Filipenses 4:8

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”

– Valentía mental: 2 Tesalonicenses 2:1,2; 2 Timoteo 1:7; Isaías 26:3 

2 Tesalonicenses 2:1-2

Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.

2 Timoteo 1:7

Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

Isaías 26:3

Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.

Amor por los demás: Filipenses 2:3; 1 Pedro 3:8 

Filipenses 2:3

Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo.

1 Pedro 3:8

Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables.

Psicología del líder cristiano

El líder inteligente tendrá madurez para aceptar a las personas como son, trabajar con ellas y ayudarlas a ver y reconocer a Jesús como ejemplo perfecto. Esa madurez se alcanza  al intentar comprender a otros. Vea algunos pasos en este camino rumbo al liderazgo maduro.  

1. Conozca a los demás

Los líderes deben conocer las circunstancias de la vida que hacen que los demás actúen como lo hacen y que sean como son. Esto incluye aceptar a las personas que no siempre concuerdan con sus opiniones, pero que trabajarán con usted.  

2. Conózcase a sí mismo

El autoconocimiento es la habilidad de saber que se está madurando y cambiando. Quienes son capaces de reconocer sus propias debilidades, son fuertes. Conocernos a nosotros mismos nos ayudará a aplicar la  regla de oro. 

La regla de oro

“Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo. Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto. Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.

Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso

No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados. Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir” (Lucas 6:27-38). 

3. Interésese y demuestre interés por los demás

Es bueno buscar virtudes en los demás y destacarlas. El líder de jóvenes puede hacer mucho para ayudar a edificar la confianza y el valor propio en cada individuo.

4. Demuestre cortesía genuina

El líder no finge, sino que demuestra verdadera cortesía con todos.  “la cortesía que brota de la verdadera bondad del corazón ”  (El ministerio de curación, p. 390).

5. Esté siempre listo a ayudar

Cristo vino para servir y no para ser servido. Él es nuestro ejemplo en todo.

6. Haga que los demás se sientan cómodos

El líder necesita darles libertad a los miembros del grupo para hablar, incluso si sus opiniones estén en desacuerdo con las de los demás. Debe evitar reclamar por dificultades o problemas.  

7. Tenga tacto

Cuando tratamos con personas, debemos hacerlo con amabilidad, cortesía y tacto. Busque siempre maneras de evitar los mismos problemas en el futuro. Pregúntese: “¿Qué podemos hacer para que esto no vuelva a suceder? ¿Cómo podemos evitar esto en el futuro?”. 

8. Conozca el temperamento de los otros

El líder debe saber cómo relacionarse con las personas que están pasando por problemas en la casa, la escuela, en el trabajo o en la vida personal, y reconocer las alteraciones emocionales, y deben ayudarlos a ser pacientes y resignados.

Funciones del líder

La comprensión de las funciones de los líderes facilitará el proceso de realización del trabajo. Las funciones del líder pueden clasificarse en tres grupos: funciones generales, funciones de mantenimiento y funciones de organización. 

Principios básicos de liderazgo cristiano

1. Comenzar las cosas y lograr que tengas éxito.

2. Encontrar soluciones a los problemas.

3. Mostrar el camino.

4. Dirigir y usar todos los talentos y recursos del grupo de jóvenes, para que todos puedan participar.

5. Saber delegar responsabilidades y autoridad, pero reconocer que cuando algo sale mal el líder es el responsable de las consecuencias. Un buen líder no pretende tener todas las respuestas y debe estar dispuesto a pedir consejos y sugerencias.

1. Funciones generales 

a. Iniciar – Proponer tareas y objetivos, definir problemas del grupo, dar sugerencias e ideas.

b. Investigar – Pedir datos sobre problemas, buscar informaciones, pedir sugerencias e ideas.

c. Informar, relatar – Proporcionar datos e informaciones relevantes, expresar opiniones, dar sugerencias o ideas.

d. Esclarecer y elaborar – Interpretar ideas o sugerencias, esclarecer confusiones, indicar alternativas delante del grupo, dar ejemplos.

e. Hacer un resumen – Agrupar ideas que presenten informes; hacer un resumen de las sugerencias después de que se hayan discutido en grupo.

f. Probar la opinión pública – Presentar las ideas para la apreciación de público con el objetivo de determinar cuán correctas son las conclusiones del grupo; estar alerta para ver cuando se alcanza un consenso de aprobación de la mayoría. Escuchar la reacción del ambiente y ayudar al grupo a ser la conciencia de la sociedad.  

2. Funciones de mantenimiento

a. Animar – Ser amigable, solícito y sensible, aceptar a los demás. Ser buen oyente, demonstrar interés y preocupación, dar oportunidades y reconocimiento a los demás.

b. Expresar los sentimientos del grupo – Observar los sentimientos, estados de ánimo y relaciones dentro del grupo. Estar consciente del espíritu dominante en el grupo; crear un ambiente en el que los miembros quieran identificarse con el grupo.

c. Armonizar – Buscar la reconciliación en caso de desacuerdo; reducir tensiones y ayudar a resolver conflictos. Esforzarse por mantener la armonía en la diversidad del grupo. 

d. Ser justo – No permitir que uno o dos individuos impongan sus puntos de vista sin considerar los sentimientos u opiniones de los otros miembros del grupo.  

e. Establecer objetivos – Establecer objetivos para ayudar a grupo a alcanzar aquello que se propone. Aplicar patrones para evaluar la productividad del grupo 

3. Funciones de organización

a. Organizar – Decidir qué tareas deben realizarse, y definir las relaciones de autoridad y responsabilidad entre los que trabajarán para alcanzar los objetivos.

b. Orientar – Motivar, instruir y supervisar. Ayudar a la persona o grupo a percibir lo que puede hacerse, lo que se puede crear y las ganas de hacerlo.  

c. Coordinar – Evitar e impedir posibles conflictos, para que la cooperación proporcione armonía en el trabajo.

Cómo lograr la cooperación del equipo

Como líder de un grupo, su éxito depende de la cooperación de cada uno. Para lograr esa cooperación:  

1. Sea simpático

Las personas no seguirán a alguien que no les gusta. Quieren que su líder  sea agradable, alguien de quien puedan sentirse orgullosos. No desean alguien que se enfurezca cuando las cosas no se hacen a su manera o alguien que sea dominante. 

Responsabilidades de un líder cristiano

1. El director debe dirigir a los jóvenes a Cristo y fortalecerlos en la fe. 

El director de jóvenes tiene la responsabilidad de ayudar a la juventud a descubrir los engaños y a ser victoriosos por la gracia del Señor.

2. El director intenta despertar el interés de los jóvenes por las cosas de la iglesia.

3. Brinda oportunidades para que los jóvenes tengan una vida plena. 

Es deber del líder JA enseñar un cristianismo alegre; enseñar a los jóvenes a no avergonzarse de sus creencias y a tener la certeza del perdón divino. Se les debe enseñar a disfrutar de una buena vida cristiana.

¿Qué hacía que a las personas les agradara Jesús? Él era amable, ayudador, cordial, lleno de fe, paciente y perdonador. Cuando se lo instó a mandar fuego del cielo para destruir a un pueblo impío, llamó la atención hacia el hecho de que ellos también eran hijos de Dios. Cuando lo presionaron para que apedreara a una mujer, él estuvo dispuesto a darle otra oportunidad. 

2. Sea generoso con los elogios

El elogio es muy importante para las personas de todas las edades. Es el reconocimiento de una realización y apreciación de su valor. Elogie con frecuencia.  

3. Pídales consejos a las personas

Pedirle consejos a alguien valoriza al consejero y lo hace sentir importante. Todos necesitan nuevas ideas y otros pueden contribuir mucho con excelentes sugerencias.

4. Haga que las personas se sientan importantes

Tómese tiempo para capacitar a las personas con el objetivo de que reciban su potencial y el espíritu creativo. Muéstreles cómo pueden sacar el mejor provecho de sus oportunidades y ofrézcase a ayudarlas, si es necesario. Divulgue el trabajo de esa persona y hable sobre cuánto la aprecia. El sentimiento de importancia le da a la persona un entusiasmo psicológico y facilita la cooperación. 

5. Nunca incomode a alguien

Hay personas muy tímidas y que se incomodan con facilidad. Prefieren tener un perfil bajo y no hacer nada que llame la atención. No les gusta que las llamen para participar en una reunión pública. Cuando necesite a esas personas en su programa, hable con ellas con anticipación para darles tiempo de prepararse. Si se las llama sin aviso y cometen algún error, se avergonzarán y no lo apoyarán la próxima vez que les pida ayuda. 

Sea cuidadoso para no llamar la atención, en público, hacia las debilidades y fallas de las personas. No haga chistes con ellas que puedan parecer graciosos a los demás pero que pueden lastimar a la personas en cuestión. 

Enfrentando las críticas

Les Parrot, autor del libro High-Maintenance Relationships (Relaciones que duran), dice que las quejas más comunes sobre las relaciones difíciles giran en torno a personas críticas y quejosas. Parrot ofrece los siguientes principios para enfrentar las críticas:

1. Enfrente la crítica interna

Tendrá más paciencia, bondad y empatía con los demás cuando reconozca la crítica en sí mismo. Cuando la enfrente, obtendrá informaciones inmediatas sobre lo que los otros dicen o hacen.

2. No salga de sintonía

A veces las críticas son justas; pueden estar expresando algo que usted no sabe. Sea abierto a lo que los otros dicen y, una vez más, pida confirmación para cerciorarse de que entendió.

3. Establezca límites

No permita que una persona crítica oscurezca el hecho de que otras personas concuerdan con su posición. Perciba las áreas de la crítica que están “fuera de lugar”. Converse con un amigo que pueda ayudarlo a evaluar la crítica.

4. Escuche los reclamos

Separe un tiempo específico y limitado para que las personas manifiesten sus quejas. Eso les da a los críticos la certeza de un foro y les da también la oportunidad de ventilar su manera de solucionar los problemas. 

5. No pierda el rumbo

Ponga las cosas en su debida perspectiva. Exprese claramente el hecho de que no permitirá que manera en la que las personas críticas lo evalúan dicte sus sentimientos acerca de sí mismo o acerca de lo que usted hace.  

6. Mantenga los sueños vivos

Asóciese con las personas que apoyan y alientan sus ideas. Así estará protegiendo sus propias aspiraciones.

7. Conozca al enemigo

Sepa quién es el crítico más implacable y acepte su bondad. Recuerde que Jesús es altamente complaciente con usted y esté dispuesto a extender la misma gracia a la persona que usted considera difícil de tolerar.  

6. Lidere en vez de dirigir

Las personas prefieren ser lideradas, no dirigidas. Dios les dio a las personas libertad de elección y el espíritu humano se rebela contra la imposición. 

No exija que las personas acepten su programa o proyecto. Infórmelas sobre todos los detalles del programa y la planificación y consulte con anticipación al equipo, de esta manera, estarán preparados para apoyarlo. 

7. Recuerde los nombres

Las personas están orgullosas de sus nombres. Comunes o no, no les gusta que los pronuncien mal, que lo ridiculicen o que lo escriban mal. Tampoco les gusta que lo olviden, en especial en el caso de los jóvenes. Aquí van algunas sugerencias para ayudarlo a recordar los nombres:  

a. Repita el nombre varias veces durante la conversación para grabarlo en su mente.

b. Repítalo en silencio mientras la persona está hablando.

c. Presente una persona a otra, siempre por el nombre.

d. Asocie el nombre con algo o alguien que le permita recordarlo:

– Recuerde alguien con el mismo nombre.

– Recuerde a alguien que se parezca a esa persona.  

– Asocie el nombre a trazos fisionómicos característicos.

– Asocie el nombre al timbre de voz.

e. Tenga a la persona en ente y llámelo por el nombre delante de otras personas.

8. Cumpla las promesas y compromisos

El liderazgo se ve perjudicado cuando el líder no cumple las promesas o cuando da la impresión de que su compromiso no tenía mucha prioridad.

9. Sea alegre y optimista

Las personas pesimistas son un estorbo. Las personas ya poseen suficientes preocupaciones y no deben agregarse más al juntarse con un pesimista que piensa que nada está bien. Recuerde que Dios aún está vivo y que su poder puede transformar completamente las cosas. Lo único que pide es fe.  

10. No sea jactancioso

El programa del Ministerio Joven funciona como resultado de la cooperación de un equipo y no por el esfuerzo de solo una persona. Diga “nosotros” en vez de “yo”. 

11. No tome decisiones cuando esté deprimido

Las emociones paralizan la razón y ciegan a la persona delante de los hechos. Espere a sentirse mejor para tomar decisiones importantes.

12. Cure rápido las heridas

Cuando alguien resulta involuntariamente lastimado, ofrezca explicaciones y discúlpese inmediatamente. Si esa persona lo escucha, usted gana un amigo, y aunque no se hagan amigos, usted tendrá la satisfacción de que hizo su parte para intentar arreglar las cosas. Algunas personas se sienten lastimadas con facilidad y suponen ofensas que nunca sucedieron. En la mayoría de los casos, un pedido inmediato de disculpas puede salvar una amistad. 

13. Elija ayudantes capaces

Las personas que forman parte del equipo deben ser competentes. Hoy en día las personas están muy ocupadas y, generalmente, tienen poco tiempo para dedicarse a las actividades de la iglesia. Trabajar con jóvenes involucra un compromiso de tiempo que, antes de unirse al Ministerio Joven, la persona debe considerar. De lo contrario, su eficiencia se verá seriamente comprometida.

14. Sea una persona de acción

Vea lo que se puede realizar y presente planes que desafíen a las personas a dar lo mejor de sí. La influencia del líder abarca más de lo que él cree. Tenga siempre en mente el lema de William Carey: “Haga grandes cosas para Dios y espere grandes cosas de Dios”.

15. Coopere

La cooperación no es una calle de una sola mano. Una buena acción genera otra.